Sabiduría de los negocios del magnate Viotis
Colección de frases célebres de Viotis, un comerciante muy rico. Su sabiduría se ha transmitido de boca en boca durante milenios y es considerado por los comerciantes como una especie de manual de negocios.

Sabiduría de los negocios del magnate Viotis

"Hay que aprender a ser una buena persona antes que a hacer negocios. La sed de conocimiento es eterna, nunca dejes de aprender".
Viotis, el magnate


Tras su muerte, el inmensamente rico Viotis dejó apenas unas pocas palabras, pero con el tiempo fueron veneradas como sabiduría comercial y transmitidas con fervor entre mercaderes y plebeyos durante siglos. Muchos se han preguntado cómo un joven nacido en el extranjero y criado en la pobreza logró construir un imperio desde la nada y dejar su legado en Oqueima. Y cada vez que le hacían esta pregunta, Viotis siempre hablaba de aquel fatídico desastre.


"Talanton siempre es justo con todos".
Viotis, representante del gremio de los comerciantes


Cuando Viotis aún era un niño, su tierra natal fue arrasada por la marea oscura. Entonces, se fue a vivir a Oqueima con su compatriota y hermano de armas, Ático. Pero Zagreus siempre encontraba placer en atormentar a los desafortunados. En el camino, bandidos lo emboscaron; una hoja le atravesó el pecho, otra le abrió el brazo. De no haber sido por un cazador que pasó en el momento justo, habría muerto allí mismo. Sobrevivió, pero aquella experiencia le dejó una dolencia que lo perseguiría durante años.


"Acepta tus defectos. Olvidar a tiempo te ayudará a concentrarte en tus objetivos".
Viotis, mayor patrocinador de la clínica Pérdida de memoria del Soto


Viotis cayó por un barranco y apenas logró sobrevivir, pero en el proceso perdió todos sus recuerdos. Cuando fue rescatado y atendido en el Patio Claroscuro, solo pudo murmurar un nombre: Ático. Siguiendo esta pista, lograron dar con su hermano mayor, Ático, quien lo cuidó con dedicación. Le contó poco a poco su historia hasta que su estado comenzó a mejorar.
Sin embargo, Viotis siguió padeciendo amnesia. Tal vez porque sus recuerdos provenían únicamente de los relatos de su hermano, cuando su enfermedad empezó a manifestarse, ya no podía distinguir si era Ático o Viotis.


"Las alianzas están destinadas a romperse. En mi trayectoria, nunca confié en la influencia de mis hermanos".
Viotis, proveedor oficial del Santuario de Kefale


El hermano mayor de Viotis, Ático, era el aprendiz más prometedor del gran sacerdote. Cuando el gran sacerdote falleció por enfermedad, Ático asumió el cargo y anunció la conocida profecía del día eterno. Sin embargo, Viotis no tomó el puesto de sacerdote, sino que eligió trabajar por sí mismo.
Alquiló un local en el Mercado de Mármol y trabajó duro durante tres años para ahorrar diez mil equidracmas. Cuando se sumaron las trescientas mil equidracmas que le dio su hermano como apoyo financiero, abrió su primera tienda.


"La honestidad nunca lleva a pérdidas, y la devoción aporta beneficios".
Viotis, invitado permanente del Risco Nubealba


Los tiempos más caóticos le permitieron a Viotis reunir su primera fortuna en la casa de empeños. Luego, organizó caravanas y monopolizó el comercio de madera y aceite de oliva entre las polis, lo que le hizo ganar una fortuna incalculable. Lo extraño fue que, después de que su hermano mayor, Ático, muriera de una enfermedad, la amnesia de Viotis se volvió más grave. Se hacía pasar por Ático y podía recitar los discursos de Kefale de memoria.
Este fenómeno extraño lo hizo creer firmemente en los Titanes. Cada año, donaba el 60% de sus ganancias como tributo a Kefale, hasta que murió.