Carta de la ladrona Cífer
Carta de la misteriosa "ladrona gata".

Carta de la ladrona Cífer

Respetable princesa ermitaña:

Al pasar por tu jardín lleno de vida, encontré el regalo tan bonito que preparaste. Me agradó en gran medida.

También me agradaron los presentes que preparaste para los demás Herederos de Crisos. En la sala de estar de la derecha de tu residencia, la muñeca de peluche de lana, el tapiz de color ocre y violeta, la mesa redonda tradicional de Aidonia. Y en la sala de estar de la izquierda, todas las joyas y obras de arte que preparaste para los demás me encantaron.

Esta vez, solo acepté este pequeño presente. Me temo que atraerá a ladrones de gustos poco refinados, así que tendré que guardarlo bien por ahora. Por supuesto, ya calculé su debido precio y dejé una moneda en su correspondiente sitio. Si no resulta ser el precio esperado, acepto tu presencia para negociarlo. Pero si lo haces, no me conformaré con una sola moneda como precio.

Si quieres encontrarme, ve al Mercado de Mármol, donde dejé una lanza corta dorada. Sabrás qué hacer, ¡y te llevará hasta mí! Y antes de que te entre la curiosidad, ¡no acepto ninguna pregunta!

Por favor, perdona esta pequeña interrupción, y acepta mis más profundos respetos.

P.D.: ¿Qué clase de persona pone especímenes de animales en su casa? Es un poco extraño. Te recomiendo que los guardes cuando recibas invitados.

P.P.D.: Aunque gastaste una gran cantidad de dinero para comprar la obra de arte de la sala de estar, «El cementerio de Aidonia», es una falsificación. Los estudiosos malvados del Soto de las Musas la robaron y reemplazaron hace tiempo. Para más detalles, consulta «Recuerdos de Ciferia», un libro que aún no se ha publicado.

Un cordial saludo, la ladrona gata