Un análisis incisivo de los mitos sobre Nikador que expone la razón principal de por qué la gente disfrutaba escribir historias de amor para el Titán del Conflicto.
Análisis de las historias románticas de Nikador
La Crisálida de Oro le otorgó a la humanidad el corazón para buscar el amor y permitirnos escuchar apasionadamente esas tribulaciones románticas de los Titanes. Entre los Titanes, Nikador, despreciado por ser un dios bárbaro, es muy favorecido entre los poetas y dramaturgos. Esta pieza se centra en el breve análisis de las muchas historias de amor que son parte del folclore para diseccionar las complejas emociones que los humanos sienten por este Titán y Castrum Kremnos.
Nikador y Bepsis Se dice que Bepsis nació en el templo de Mnestia y que fue bendecida personalmente por la Crisálida de Oro, que le dio cabello y ojos dorados. Incluso su niñera, que la llevaba en brazos, casi se desmayó ante su pura belleza. La belleza de Bepsis se volvió aún más sobresaliente a medida que crecía. Para detener su interminable flujo de pretendientes, el tiránico padre de Bepsis declaró que solo obtendría su mano quien se batiera en duelo con sus tres hijos y saliera victorioso. Los tres hermanos en sus armaduras no tenían rival en la arena. Quienes se acercaron a cortejarla fueron golpeados hasta quedar hechos papilla o huyeron antes de siquiera desenvainar su espada.
La belleza de Bepsis también atrajo la atención de Nikador, quien se transformó en un hombre joven y desafió audazmente a sus hermanos. El trío, sin saber la verdad, fue derrotado por completo y no tuvo más opción que prometerla a Nikador. El hombre acordó que se encontraría con su amada Bepsis en el borde del pico más alto fuera de la ciudad en la noche del tercer día para llevársela. Cuando llegó la noche, Bepsis llegó al lugar designado, pero solo vio un gigante imponente. Como pensó que su amado había sido asesinado, y temiendo que este gigante le arrebatara su pureza, saltó del acantilado en un ataque de tristeza y, así, puso fin a un amor que ni siquiera había comenzado.
Nota: A diferencia de la leyenda, Bepsis, su padre y sus tres hermanos murieron en la batalla de Castrum Kremnos en la vida real. Bepsis, que se negó a ser humillada después de que la ciudad fuera asediada, decidió finalmente quitarse la vida. El triunfo de Nikador sobre sus hermanos, la revelación de su aterrador rostro y la obligación de la joven a quitarse la vida son metáforas en este relato.
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El cortejo a Talanton Aunque el origen de esta historia es imposible de verificar, ganó popularidad a partir de una obra llamada «El peso de la tierra» en la ciudad sagrada de Oqueima durante la Guerra de Crisos. Talanton, la Balanza de la Justicia, era venerado por Nikador por su poder y adorado por Georios por su justicia. Talanton les pidió a los dos pretendientes que buscaran el tesoro que mejor representara su amor y, a cambio, les correspondería con un afecto equivalente.
El tonto Nikador le pidió consejo a un amigo cercano y le preguntó qué era equivalente al amor del Titán de la Ley. La Tánatos del río Estigia le respondió que, solo eliminando toda muerte de manera justa, algo sería verdaderamente justo.
El sereno Georios les pidió consejo a Mnestia y Cerces en el bosque. ¿Cómo debía responder al acertijo de Talanton? Mnestia lo instigó a renunciar a su propia Yesca, aunque eso significara que la tierra nunca volvería a florecer llena de vida. Cerces lo convenció de escuchar a su corazón y buscar el tesoro más preciado para él.
Y, así, Nikador arrojó su lanza y le regaló a Talanton una polis arrasada. Talanton colocó su propia Yesca en un lado de la balanza... Si los cadáveres de la ciudad la hubieran equilibrado, Nikador se habría ganado su amor. Por desgracia, la balanza no se movió.
Georios colocó un puñado de trigo ofrecido por los humanos en la balanza. Este regalo, aparentemente patético, presionó la balanza hacia abajo y se volvió aún más pesada que la Yesca en la Balanza de la Justicia porque llevaba consigo la historia, las vidas de la humanidad, su existencia y su futuro. Finalmente, como este era todo el amor que Talanton podía ofrecer, se vio obligado a rechazar la oferta de Georios. Sin embargo, los poetas posteriores a menudo bromeaban con que la Balanza de la Justicia no permitía que el amor en el corazón de uno moviera la balanza de Amphoreus, y que esto era solo una excusa.
Nota: En esta historia, el retrato del insensato y brutal Nikador denigra claramente a los Titanes. El trasfondo educativo y político que contiene también retrata indirectamente la influencia de la guerra en la creatividad teatral de Oqueima. Más que decir que la gente disfrutaba inventándose los romances de Nikador, se podría decir que se deleitaba viendo los fracasos de su amor. En cierto sentido, esta era también la discriminación y animosidad que las polis sentían por Castrum Kremnos durante la Guerra de Crisos.