Carta familiar sin enviar
Correspondencia cotidiana entre Calínicus, de los Herederos de Crisos del Soto, y su esposa. Esta carta nunca llegó a manos del destinatario.

Carta familiar sin enviar

Querida esposa:

Te extraño profundamente. Leer tus cartas es como verte.

No hay grandes novedades en el Soto últimamente, las investigaciones avanzan según lo previsto. No tengo muchas preocupaciones y mi vida cotidiana transcurre sin problemas, no te inquietes.

Bueno, pasó algo interesante: las hermanas Artakama y Cynane me retaron a un duelo en su tiempo libre. ¡Qué absurdo que las eruditas del Soto, en lugar de discutir temas académicos, anden peleando bajo la mirada de Cerces! Sorprendentemente, ambas tienen bastante habilidad en las artes marciales. Dicen que desde pequeñas eran temperamentales y solían pelear con los niños vecinos... Es algo para reírse. Por suerte, me enseñaste artes marciales. De lo contrario, me habría convertido en el chiste de toda Oqueima al ser derrotado por ellas.

Otra cosa: ¿te queda bien la ropa que te envié? La Escuela Lotofagia ha avanzado mucho en su investigación de tejidos vegetales y han producido una gran cantidad de nuevas telas, todas son resistentes a las manchas, pero conservan su suavidad. Hay algunas costureras bastante hábiles en el Soto, les he pedido que confeccionen unos vestuarios para ti. Sé que no te interesa la ropa elegante. Los detalles bordados fueron idea mía, creo que te verás hermosa con ellos... Espero que me perdones.

Han pasado tres años y siete meses desde que llegué al Soto, y pronto serán ocho años desde que nos conocimos. Nuestro aniversario es el próximo mes. Pediré unos días libres a mis colegas del Soto para volver a Oqueima y pasar unos días contigo. Sé que también estás ocupada, Descansa bien y no te sobresfuerces. Que Nikador te proteja.

¡Cuídate mucho!

Calínicus