Una carta confidencial que la Doncella Sagrada de Janópolis envió a un sacerdote, recuperada gracias al poder de Oronix. En ella, expone un análisis sereno de la situación política de Janópolis y su preocupación por las crisis ocultas del mundo.
Carta secreta de Metis
Estimado Códex:
Perdóname por no poder expresarte mis pensamientos en persona. He notado que hay muchas caras desconocidas entre los guardias de la Doncella Sagrada. Si bien aún no restringen mis movimientos, se han convertido en oídos tras las paredes. Sin duda son parte de la vigilancia continua que Damnatio tiene sobre mí. La mayoría de los sacerdotes y funcionarios que me apoyaban han sido enviados como emisarios a otras polis, y mi contacto con los civiles está estrictamente controlado. Es evidente que Damnatio está intentando debilitar mi influencia por todos los medios.
Aunque hoy en día ocupo los cargos de suma sacerdotisa y Doncella Sagrada del oráculo, en realidad casi no tengo ni voz ni voto, y mi poder se desvanece día tras día. En toda la grandiosa Janópolis, fuente del oráculo tripartito y ciudad sagrada bendecida por los Titanes del Destino, solo tú y yo, entre los altos cargos políticos y religiosos, somos los únicos que mantenemos una verdadera devoción y respeto por nuestra deidad.
...
Oh, y una cosa más. Durante los tiempos de guerra de los Titanes, cuando Nikador aplastó a Georios y persiguió a Aquila, muchas polis fueron destruidas a su paso, y aquellas personas que perdieron sus hogares llegaron desde lejos en busca de oráculos. Revisé los registros de los visitantes extranjeros de los últimos cien años y descubrí que varias de las polis más lejanas, que deberían estar en la ruta de conquista del dios bárbaro, llevan mucho tiempo sin enviar mensajeros. Consulté a los Titanes y la respuesta fue... que estas polis remotas ya han sido completamente aniquiladas.
Los Titanes del Destino ya revelaron el nombre del culpable: la marea oscura. A diferencia de las polis destruidas por Tánatos o Nikador, aunque estos dioses de la calamidad son crueles, no exterminan a todos los civiles de una ciudad de la noche a la mañana, siempre dejan supervivientes llorando a quienes ya no están. En cambio, las polis destruidas por la marea oscura... Todas desaparecen de Amphoreus como si hubieran sido arrancadas en un instante. Excepto por la polis de dragones y olas, bendecida por los dioses, casi nadie logra escapar. Por eso, aunque hay muchas voces que maldicen a Nikador y odian a Tánatos, hay pocas historias sobre el desastre de la marea oscura. Esta disparidad hace que las grandes polis ignoren su amenaza.
Además, he investigado la ruta de marcha de Nikador y no pude evitar preguntarme: ¿por qué, en los últimos cien años, la Lanza de la Furia rara vez ha atacado a las polis del centro de Amphoreus y siempre merodea por las fronteras? Oqueima afirma que es gracias a la protección del omnisciente Kefale, pero tengo una teoría absurda. Nikador, este rey loco y dios bárbaro despreciado por todos, en realidad es un guardián protector que bloquea la marea oscura. Me temo que esta mano venenosa que destruye todas las polis a lo largo de su camino probablemente solo busca alejar a la gente de las zonas destinadas a la extinción, como en la historia de Geocles, el Abrecaminos...
...
No hay duda de que, con el tiempo, la marea oscura se convertirá en el principal enemigo de Amphoreus. Pero viendo el caos actual en Janópolis, me preocupa que cuando la amenaza de los Titanes de la Calamidad se calme, la gente ya no pueda prepararse para resistir el desastre de la marea oscura. El mundo necesita que la Doncella Sagrada de los Tres Destinos guíe el futuro. Debe ser una mensajera que cargue con el verdadero oráculo de salvación, no una marioneta que busque atención.
...
Las acciones de Damnatio y los demás son cada vez más descaradas. Me temo que en cualquier momento puedan atacarnos a Trispios y a mí. Entre todos los sacerdotes, solo confío en ti, el acólito. Estoy dispuesta a concederte la autoridad de transmitir los oráculos sagrados de la Doncella Sagrada. A cambio, te ruego que cuides de Trispios donde y cuando yo no pueda hacerlo y que prepares un pasaje secreto hacia nuestra habitación, por si surge alguna emergencia.
Que Jano nos muestre el camino que nos aguarda a nosotros y a este mundo.