Fundamentos de la teoría de la consciencia de la Escuela de Terracota
Un artículo filosófico escrito por un sabio de la Escuela Nodista que defiende la razón de ser de la Escuela de Terracota.
Fundamentos de la teoría de la consciencia de la Escuela de Terracota
Autor: Apuleyo, heredero de la Escuela Nodista
La Escuela de Terracota nunca ha producido sus propios escritos. Esto genera críticas inevitables, y el debate sobre si la Escuela de Terracota debería existir ha persistido desde su fundación. Por ese motivo, he escrito este breve texto para analizar la legitimidad de la existencia de la Escuela de Terracota desde la perspectiva de la Escuela Nodista. Este artículo no contiene conceptos matemáticos complejos, así que los eruditos pueden leerlo con tranquilidad.
Recordemos primero los principios fundadores de la Escuela de Terracota. Se dice que el sabio fundador lo resumió así: "La información extraída directamente a través de los sentidos es la más refinada. Este material sin procesar constituye el mundo más sereno ante nuestros ojos". Es decir, al contrario que la Escuela Nodista, la Escuela de Terracota rechaza entender y analizar las relaciones entre todas las cosas desde una perspectiva racional, y solo examina la parte del mundo que sus sentidos pueden percibir.
Por lo tanto, los críticos a menudo consideran que, a los ojos de nuestra Escuela Nodista, la Escuela de Terracota es la más despreciable, y por eso siempre hay quienes insisten en proponer la disolución de esta escuela que desperdicia los recursos del Soto.
Por desgracia, incluso si consideramos solo el valor académico, la Escuela Nodista no está de acuerdo con este punto de vista. Para nosotros, la Escuela de Terracota es un excelente ejemplo: se esfuerza por preservar las respuestas subconscientes de los humanos a todas las cosas, y así nos ayuda a comprender mejor qué es realmente nuestra mente.
El razonamiento puede ser abstracto, así que permítanme dar un ejemplo (o mejor dicho, contar una historia). Una vez viajé a Oqueima con Socrippa, de la Escuela de Terracota, y tuvimos la siguiente conversación:
Apuleyo (en adelante A): La lógica deductiva es a todas las cosas lo que el Titán que Sostiene el Mundo es a la humanidad.
Socrippa (en adelante S): Estoy de acuerdo, ambos son castillos en el aire.
A: ¿Qué quieres decir?
S: Aunque el Titán que Sostiene el Mundo se mantenga erguido entre las nubes, la marea oscura continúa agitándose debajo de ellas. Su forma de salvarnos es manteniéndonos protegidos entre las nubes. Un castillo puede construirse en el aire, pero se requiere de una escalera para poder usarlo.
S: Lo mismo ocurre con los postulados de la Escuela Nodista. Por suerte, su razonamiento ha encontrado algunas verdades eternas, por eso se aferran a ellas. Creen que así pueden preservar la paz mental en un mundo de constante cambie.
A: La verdad es la verdad, independientemente de si alguien la abraza o no.
S: Entonces para ti la verdad es la belleza de la naturaleza.
A: No rechazo esa afirmación.
S: Entonces, desde mi punto de vista, la Escuela Nodista simplemente se ha imaginado un nuevo conjunto de sentidos que pueden ver más profundamente que los ojos y oír más claramente que los oídos.
S: Perdón por ser tan directa, pero esto sigue siendo un castillo en el aire construido para protegerse.
A: ¿Protegernos de qué?
S: Proteger sus mentes, renunciando a todos los sentidos que les otorgaron los Titanes. Su estética se realiza a través de la fantasía. En la realidad no existen las líneas rectas ni los círculos, tampoco el infinito ni los números negativos.
A: Precisamente porque no existen en la realidad, necesitamos de ellos para comprenderla.
S: Entonces solo están caminando al revés sobre una esfera. Recorren el camino más largo para alcanzar algo que podrían tocar con solo darse la vuelta.
A: Aunque digas eso, no creo que abandonar todo pensamiento me traiga la paz.
S: No te pido que dejes de pensar. Solo te sugiero que escuches lo que tus sentidos te dicen. Primero debes aceptar la existencia de las contradicciones, solo entonces podrás desarrollar una mirada que las aprecie.
S: Ay... Qué agotador es hablar al estilo de tu escuela para que me entiendas.
A: ¿Eh? ¿Y cómo expresarías esta idea según el estilo de tu escuela?
S: Si fueras mi estudiante, te haría sentarte aquí, sin pensar en nada, para escuchar el viento con tus ojos y oler el aroma de las flores con tus oídos.
A: No lo entiendo.
S: El mundo tampoco nos exige que lo entendamos. La información que tus sentidos te proporcionan supera por mucho lo que tu razón puede procesar. Eres tú quien la rechaza activamente al pensar.
A: No creo que esas cosas a las que te refieres puedan ser analizadas por la razón.
S: Oh, entonces te felicito, acabas de dar el primer paso para comprender la Escuela de Terracota.
S: Exacto, precisamente porque la razón no es omnipotente, debemos mantenernos alerta para evitar que se vuelva arrogante y crea que todo lo puede.
S: La gente suele decir que la razón hace humilde al ser humano. Pero en mi opinión, esa humildad no es más que otra forma de arrogancia. Es en esta ilusión donde nos engañamos y creemos que podemos estar al mismo nivel que los seres supremos.
S: En palabras de nuestra escuela, ustedes están demasiado apegados al "yo". Les parecen tan hermosos los Titanes en las nubes que imaginan su propia nube y se colocan junto a ellos para venerarlos.
A: No puedes negar la grandeza del Titán que Sostiene el Mundo. Está ante nuestros ojos. Y en cuanto a las nubes que creamos, no son imaginación, sino otra forma de realidad.
S: Tienes razón. Pero también se puede alcanzar la paz interior sin realizar estas creaciones, esa es la diferencia fundamental entre nuestras escuelas.
Teniendo en cuenta que quizás algunos lectores no comprendan del todo este diálogo entre Socrippa y yo, me gustaría ofrecer una interpretación simple (aunque no precisa): la Escuela de Terracota rechaza el pensamiento analítico para demostrarnos, mediante la práctica, que este no es omnipotente, pues existe demasiado conocimiento (para la Escuela de Terracota, el arte, las emociones y los deseos son formas de conocimiento) que no puede resumirse mediante el análisis. La Escuela de Terracota no carece de capacidad analítica (como es evidente en esta conversación, donde el pensamiento analítico de la señora Socrippa no es inferior al mío), simplemente se niega a medir el mundo con la vara del análisis o, en otras palabras, se niega a reducir el pensamiento a formas más simples (que es la esencia de la Escuela Nodista).
Por eso, este breve texto se titula «Fundamentos de la teoría de la consciencia de la Escuela de Terracota». Según la lógica de la Escuela Nodista, para demostrar la existencia del subconsciente, la Escuela de Terracota debe enfrentarse directamente a la consciencia.
Si la Escuela de Terracota dejara de existir, nadie en el Soto volvería a practicar esta conducta.
Espero que esto ayude a todos a comprender el valor de la existencia de la Escuela de Terracota (si no pueden apreciar sus obras artísticas).