Recuerdos de un historiador de la Era de la Teofanía.
Registros de la Nación Temprana (fragmento)
Estamos acostumbrados a juzgar la historia anterior a los Tres Tormentos.
Porque el telón del tiempo se ha cerrado ante nosotros, envolviendo el pasado en una niebla que ni siquiera los más ancianos pueden ver.
Por eso evaluamos a las personas de hace cuatro mil años de esta manera: intentaron recorrer el camino de la inmortalidad como humanos, realizaron milagros con cuerpos de mortales y, finalmente, sufrieron las consecuencias de sus acciones.
Pero aparta el telón y mira con tus propios ojos. ¿El pasado fue realmente tan desdichado?
El Árbol de la Ambrosía creció y el camino de la inmortalidad prosperó. Los humanos exploraron el mundo con una vida infinita y se cuidaban como seres divinos. La flota de Xianzhou surcaba los cielos como el más sagrado de todos los seres.
Elaborar elixires, reconciliar la tierra de barbecho, buscar el camino de la inmortalidad a través de un cuerpo modificado... Ese momento era la eternidad que se extendía hasta el infinito.
La liberación del alma nace de la inmortalidad del cuerpo. Miles de millones de almas libres hicieron resonar entre los mares de estrellas la voluntad de vivir eternamente en nombre de Xianzhou.
Instruimos a las bestias, permitiendo incluso a las criaturas peludas hablar el lenguaje de los humanos. Instruimos al oro y la piedra y utilizamos el ábaco de jade para deducir los acontecimientos de la eternidad.
El Árbol de la Ambrosía creció y el camino de la inmortalidad prosperó. ¿Por qué sería un delito que todos los seres disfruten de la abundancia? La dinastía del Antiguo Imperio llegó a su fin, y la recién nacida flota de Xianzhou zarpó hacia la libertad, la eternidad y la compasión, acompañada de un brillo infinito. Pero ¿por qué, en aquel momento, el Señor Arquero obstaculizó nuestro camino?
Por un momento, al despertarme, abrí los ojos y vi el Árbol de la Ambrosía allí de pie, igual que siempre. En un abrir y cerrar de ojos, desapareció.
Pero volverá y guiará a Xianzhou por su rumbo correcto.