Diario de trabajo de Giovanna
El diario de trabajo de Giovanna, la enfermera jefa de sueños del hotel. Narra el incidente que un huésped del hotel sufrió con un sueño.

Diario de trabajo de Giovanna

23 de X

Algo extraño ocurrió hoy.

En la madrugada, recibimos una alerta sobre una anomalía en el dispositivo de sueños de una de las habitaciones. El hotel envió inmediatamente a alguien a investigar. Luego de que nadie atendiera la puerta durante un largo tiempo, el agente de seguridad decidió abrirla y descubrió que la habitación estaba vacía. Solo encontró el dispositivo de sueños funcionando por su cuenta.

Acto seguido iniciamos una búsqueda de emergencia en todo el hotel, incluso pidiendo a la gente que confirmara el estado de aquellas personas que asumíamos desaparecidas en aquel paisaje onírico. Por suerte, a este huésped no le ocurrió nada dentro del paisaje onírico. Así que, al menos por ahora, su cuerpo parece intacto y permanece dentro de los confines de Colonipenal. Para proteger el bienestar mental del huésped, por el momento no le informaremos. Con el propósito de solucionar este problema, el hotel ha enviado un equipo para llevar a cabo minuciosas observaciones de seguimiento.

Esperamos que su cuerpo pueda recuperarse pronto.

25 de X

Se han escuchado algunos... rumores circulando por el hotel estos días. La primera vez que me enteré fue en el salón de té: una criada afirmaba que, al pasar por "esa habitación" en mitad de la noche, oyó una voz áspera y susurrante, como una rata mordisqueando placas de yeso. Pero ¿cómo podía Colonipenal tener ratas?

Incluso en la cocina era donde se podía escuchar hablar del tema más tarde. Todo indica que un joven camarero se coló en "esa habitación", y realmente estaba vacía por dentro. Pero tras aquel episodio, siguieron emergiendo voces. Y se hicieron más intensas... y más estruendosas.

26 de X

Finalmente, la escuché yo con mis propios oídos: esa voz de la que habían estado murmurando. Así que, después de todo, las tres horas que pasé acechando afuera de esa puerta no fueron en vano. Entré antes de que la voz desapareciera. Todo el mundo se ha mostrado recientemente algo inquieto por ese rumor sobre "el huésped que fue absorbido por la máquina de los sueños y se convirtió en un espectro errante" y, como jefe de enfermeros, me siento en el deber de llegar al fondo de este ridículo engaño.

Era una voz ronca. Crujió como una rata mordisqueando una placa de yeso o como un fantasma enojado que forcejea. Miré hacia atrás y vi que la puerta de la habitación aún permanecía abierta. Venían de detrás del armario en la esquina de la habitación, así que di unos pasos en esa dirección, y la voz se volvió más intensa. Hice una pausa por un segundo antes de gritar: "¿Sr. Sealy?". Entonces escuché una risa ronca. Esa voz... era ciertamente extraña, parecía más un grito débil o un gemido doloroso que una risa ordinaria. Sentí que la oscuridad caía sobre mí y mi cuerpo se congelaba. Pero pasado un rato, la voz se apagó, así que, valientemente, di unos pasos más hacia adelante y llamé de nuevo.

La voz se detuvo de repente. Y, en aquel instante, mi curiosidad se apoderó de mí y me incliné sobre el armario para mirar detrás de él. Pude ver un par de grandes ojos inyectados en sangre y una hilera de dientes blancos que se retorcían: una imagen tan aterradora como siniestra. Y súbitamente, escuché un rugido débil y entrecortado que suplicaba:

"¡Sál-sálvame!".

28 de X

Esta mañana, el hotel publicó la revisión de instrucciones para huéspedes y regulaciones sobre el sueño. Lo que le sucedió al Sr. Sealy supuso para todos un toque de atención con el fin de reconocer las fallas y lagunas en nuestro flujo de trabajo original. Por tal motivo, hemos implementado las siguientes mejoras:

1. Con los huéspedes que presenten antecedentes de sonambulismo se tomarán medidas adicionales de soporte para las extremidades mientras sueñan, con el propósito de evitar que se produzcan accidentes durante dicho sueño.

2. La distribución de las habitaciones del hotel se ha optimizado buscando evitar que los huéspedes más pequeños, como los pepeshi, vuelvan a quedarse atrapados detrás de los huecos de los muebles.

En cuanto al pobre Sr. Sealy, el trauma mental sufrido parece superar cualquier debilidad causada por la deshidratación y el hambre. El hotel se ha comprometido a brindarle el mejor ambiente para que descanse, además de ofrecerle el más esmerado cuidado.

Esperamos sinceramente que se recupere pronto.