Rostro de las catorce ilusiones
Una confesión de un Caballero de la Belleza anónimo.

Rostro de las catorce ilusiones

Rostro de las catorce ilusiones
Confesiones de un paria de los Caballeros de la Belleza

Si mi mente no hubiera estado nublada por la mano maligna del destino,
hubiera percibido todo el encanto de los sentidos y los anhelos del espíritu.
Percibo que tus palabras y acciones hacen verdaderamente a tu existencia.
Tu semblante y espada fluyen con sangre y pasión nunca antes vistas.
Admiro toda la gracia otorgada a tu noble naturaleza.
Oculta en la oscuridad de la armadura, pero más profunda que el corazón.
Quizá, anhelando verte, te hayas aparecido en visiones.
Ardiendo con rigurosa penitencia para elevar tu nobleza.
La ciega lealtad te reclamaría de todas las tierras y reinos.
La intrepidez vela nuestros tímidos ojos más que cualquier mortaja.
Nuestros mandamientos de soneto ponen a prueba nuestra resolución como el aliento de un insecto.
Ojalá pudieras conocer mi devoción.
Ojalá pudieras conocer mi anhelo.
Ojalá pudieras conocer mi fervor.