Notas de un peregrino
Diario personal de un peregrino, algunas partes están manchadas por agua del mar y su contenido es ilegible.

Notas de un peregrino

Página 1
Esta noche hay luna llena.

Mientras rezaba a Fagusa en la terraza de las termas, una extraña melodía surgió de la superficie del mar. No era el murmullo de las olas, ni el bullicio de una celebración, sino una melodía profunda y distante que parecía venir de las profundidades del océano. Los sacerdotes dicen que solo son los susurros del viento, pero yo sé que es Fagusa llamándome.

Mañana me dirigiré a Costa Melodiosa, más cerca del origen de la música.

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Ya han pasado dos días desde que llegué a Estisia.
En la noche, mientras la gente se sumergía en la alegría del alcohol, me dirigí solo a la orilla del mar. La melodía era más clara que en Oqueima, como un poema épico melancólico que narraba historias olvidadas y promesas incumplidas.

Pregunté a los pescadores locales, quienes me dijeron que efectivamente hay un antiguo templo en el fondo del mar, pero nadie puede llegar hasta allí. Excepto los devotos fieles de Fagusa, cualquiera que escuche la música proveniente del fondo marino se verá afectado con la locura, saltará al mar y nunca regresará. Me advirtieron que no siguiera ese sonido.

Pero ellos no entienden que la música no me trae locura, sino revelación.

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Hoy visité el templo. La suma sacerdotisa pareció percibir mis intenciones y me dio una botella de un brebaje especial, diciendo que me permitiría respirar bajo el agua. Me advirtió que si insistía en ir al fondo del mar, debía entender que sería un camino sin retorno.

"La voz de Fagusa llama a los fieles más espirituales", dice la sacerdotisa a los presentes, "allí, serás testigo de la eternidad".

Estoy listo. Llevaré conmigo este diario para registrar todo lo que vea hasta el final del viaje.

Espera, ¿puedo respirar en el mar con mi diario? No... ¿será resistente al agua? Se me olvidó preguntar, mañana le consultaré a la sacerdotisa.

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Bebí aquella botella con el brebaje y, al empapar mi diario, adquirió la propiedad de ser resistente al agua marina. El sabor de la bebida era extraño, y después de beberla sentí un dolor punzante en el estómago, seguido de una extraña sensación de comodidad.

Me sumergí en el agua y, para mi sorpresa, descubrí que podía respirar como un pez.

El mundo submarino es más espléndido de lo que imaginaba. Diversas criaturas marinas de formas extrañas nadan a mi alrededor, ignorando por completo mi presencia, como si fuera uno de ellos. La luz en el agua forma patrones misteriosos, como una guía invisible, y la música se vuelve cada vez más clara.

Empiezo a sumergirme, avanzando hacia la fuente de la música.

Página 15
He perdido la noción del tiempo. No estoy seguro de qué quinto es, ni siquiera de qué día. Bajo el agua, los cambios de luz y sombra son completamente diferentes a los de la superficie.

He descubierto la entrada: un enorme arco submarino, tallado con imágenes de Fagusa y sus deudos. Dentro del arco hay un largo pasadizo que conduce a las profundidades. Las paredes del pasadizo están cubiertas de runas y murales que narran la historia de las sirenas. Vi la escena donde Hysirenia salta al cáliz divino, y las imágenes donde las lágrimas de Fagusa se entrelazan con la marea oscura.

La música suena ahora con tanta claridad, guiándome hacia adelante.

Página 20
Siento que ha pasado mucho, mucho tiempo, como si el agua marina fluyera desde mis oídos hasta mi cerebro. Intenté sacar algo de agua... pero no tiene sentido, aquí todo es agua, ¿cómo se supone que debo limpiarme los oídos?

He olvidado cuánto tiempo ha pasado, sigo nadando y nadando... Atravesé numerosos pasillos hasta que finalmente llegué a un majestuoso salón abovedado. El salón presentaba una vista increíble: el agua se había solidificado en el aire, formando elegantes curvas; una gigantesca lámpara de conchas y corales emitía un suave resplandor; y en los asientos dispuestos en círculo había una audiencia completa: humanos, sirenas e incluso criaturas que no podía reconocer, pero todos permanecían inmóviles, como estatuas.

En el escenario circular, al centro del vestíbulo, caen cortinas de agua que lo envuelven todo. No puedo ver con claridad, pero entre la bruma líquida distingo vagamente la silueta de una mujer. ¿Está sosteniendo un violín? ¿O simplemente está sentada en una silla? No lo sé... Solo sé que está interpretando esa misma melodía melancólica que he escuchado todo este tiempo. Me detengo en la entrada, sin atreverme a interrumpir. Solo me quedo ahí, escuchando en silencio.

Página ¿?
Me quedé para presenciar la ceremonia, pues la música aún no había cesado.

La música contiene infinitos recuerdos. Con la melodía fluyendo, veo antiguas escenas: las sirenas pactando con Fagusa; la primera invasión de la marea oscura; Hysirenia saltando al cáliz divino; la traición y destrucción del reino submarino...

Esto no es solo música, es un momento congelado en el tiempo, una historia que se niega a ser olvidada.

Me senté en un asiento vacío de la primera fila. Lo extraño era que empecé a sentir cómo me solidificaba, convirtiéndome en parte de esta escena eterna. Mis extremidades se fueron poniendo rígidas gradualmente, pero mi mente se mantenía extraordinariamente clara.

Y la verdad se reveló ante mí...

Todos los espectadores son peregrinos atraídos por la música como yo, convertidos en testigos de la historia, congelados en la eternidad.
No me arrepiento. Aquí, el tiempo ha perdido su significado, el dolor y la alegría se han diluido en una eterna serenidad. Escucharé por siempre esta última melodía, esperando al verdadero guardián que pueda romper el ciclo.

Esta podría ser mi última entrada. Si alguien encuentra este diario, que sepa que en las profundidades del mar hay una eterna intérprete y su audiencia, esperando el cumplimiento de la profecía, esperando promesas que nunca se cumplirán.

Fagusa, ¿habrá alguien que pueda escuchar nuestras plegarias? ¿Habrá alguien que pueda traernos la liberación? ¿O estamos destinados a esperar eternamente en este tiempo congelado?

(Las páginas restantes del diario están empapadas de agua marina, pero en la última página se puede distinguir una línea de texto)

Vi una luz en la distancia, ¿será el amanecer o una ilusión?