Un diario encontrado en un cofre. Lo escribió un ciudadano de la polis de Estisia, pero debido a su antigüedad, parte del contenido es ilegible.
Diario de un refugiado de Estisia
Mes del Equilibrio, día ██ Hoy, tres familias más se mudaron de nuestro vecindario. La marea ha subido más que nunca y ha alcanzado el quinto peldaño de la escalera de piedra de nuestra residencia. Los sacerdotes dicen que es una marea de temporada y que el nivel del agua volverá a bajar pronto. Sin embargo, he vivido en Estisia por treinta años y nunca he visto un nivel del agua tan alto.
Leandro, del puerto, dijo que fue a pescar hace tres días y se dio cuenta de que el color del agua era anormalmente turbio, como si se hubiera mezclado con tinta. Vio unas sombras extrañas bajo el agua que no parecían humanas, pero con contornos definidos. Al regresar, le subió la fiebre y hasta el día de hoy sigue en cama.
Mes del Equilibrio, día ███ Las festividades en la ciudad se están volviendo cada vez más desenfrenadas. Las grandes celebraciones, que antes solo ocurrían durante el Mes de la Alegría, ahora son casi diarias. Anoche, en el banquete de la familia Anzo, presencié cómo dos mujeres, que normalmente son bien educadas, aplastaban uvas descalzas. Se reían de forma extraña mientras lo hacían. Al final, bebieron directamente el jugo turbio y sucio. Afirmaban estar imitando un ritual de Fagusa, pero nunca había oído hablar de una práctica tan absurda.
Los precios en el mercado han subido un treinta por ciento. El comerciante de hidromiel dice que el proceso de fermentación se ha vuelto inusualmente difícil. Los cultivos de levadura se pudren misteriosamente. Solo al destilar usando directamente agua del mar traída del puerto se puede obtener un buen licor. Por suerte, nuestra Doris sigue lúcida y nos ha aconsejado que no bebamos el agua y el vino de la ciudad.
Mes de los Días Largos, día ███ Anoche, se escuchó una extraña música procedente del puerto. No era producida por ningún instrumento, sino que parecía venir de las profundidades del océano. La melodía, grave y profunda, parecía contar una historia antigua, lo que hizo que la gente se acercara al mar involuntariamente. Anoche, los hijos de varios vecinos llegaron sonámbulos al muelle. Dicen que vieron a la "diosa del agua" tocando algún tipo de música y quisieron ir a verla.
Los sacerdotes han prohibido cualquier tipo de interpretación musical, e incluso enviaron soldados a patrullar el muelle. Por alguna razón, no puedo evitar sentir que actúan por miedo más que por un auténtico deseo de protegernos.
Mes de los Días Largos, día ██ Hoy me encontré en el mercado con Nora, la vendedora de telas. Me contó que la situación por su zona está mucho peor de lo que imaginábamos. El estanque de agua espiritual del templo de Fagusa se secó de repente hace tres días, y los sacerdotes no han sido capaces de reponerlo a pesar de sus esfuerzos. Lo peor de todo es que en la pared detrás de la estatua de la diosa aparecieron unas extrañas grietas con un patrón o escrituras que nadie ha podido descifrar.
Nora también nos trajo un extraño rumor: algunas personas afirman haber soñado con una mujer que tocaba el arpa, vestida con un velo negro y con los ojos brillosos, como el agua del mar. La mujer les dijo que Estisia estaba a punto de experimentar un gran cambio y que solo "los que escucharan su voz" serían capaces de sobrevivir. Algunas personas de la ciudad comenzaron a llamarla la "profeta del mar", aunque los sacerdotes se esfuerzan por suprimir los rumores.
Mes de la Libertad, día ██ Al fin hemos decidido marcharnos con toda la familia. El agua del mar ya ha alcanzado el nivel más alto del muelle, pero algunos siguen ignorando este hecho porque se encuentran sumidos en celebraciones interminables. Nuestra familia y los Milonda, nuestros vecinos, han decidido ir a Oqueima. Dicen que allí se encuentra la protección del Titán que Sostiene el Mundo y que las mareas oscuras no han invadido esas tierras. Planeamos escabullirnos en silencio por la salida norte del muelle esta noche. Espero que Fagusa nos proteja en el camino.
Mes de la Libertad, día ███ Llevamos tres días de viaje. Anoche, el hijo pequeño de los Milonda tuvo una fiebre muy alta y no dejaba de murmurar extrañas palabras, como si estuviera cantando una antigua canción. Su padre decidió llevarlo a la ciudad para ver a un médico, aunque todos sabemos que allí hay pocas esperanzas.
Esta mañana, al contemplar Estisia desde la ladera, me horrorizó descubrir que toda la ciudad parecía estar rodeada de una extraña aura. El agua del mar brillaba bajo la luz del sol con un color azul antinatural. Desde la distancia, las majestuosas edificaciones parecían retorcerse y deformarse en el agua, como si fueran meras ilusiones.
Mes del Tejido, día ██ Nos encontramos con otros compatriotas que también huían. Nos trajeron noticias aún más horribles: el agua del mar en Estisia ha comenzado a mostrar colores y texturas extrañas. A veces espesa como la miel, otras veces sólida como el cristal. Quienes se han quedado en la ciudad han comenzado a sufrir extrañas transformaciones, ███████████████.
Lo más extraño de todo es que, durante la noche, toda la ciudad se baña en una luz indescriptible, como si estuviera envuelta por una membrana gigante. Dicen que es el castigo de Fagusa, pero no puedo evitar preguntarme: ¿es esta la ira de los Titanes o es un poder aún más fuerte el que está causando todo?
Decidimos continuar hacia el norte, rumbo a Oqueima. En el camino, escuchamos que alguien llamado ████████ podía calmar la ira de Fagusa, pero no son más que leyendas inventadas por gente desesperada. La gente común como nosotros solo podemos confiar en nuestras propias piernas para escapar de este desastre.
Mes del Tejido, día ████ Esta noche, después de que los niños se durmieran, saqué en secreto un pequeño frasco de agua de mar que traje de la ciudad. Era la última gota que tomé del estanque de agua espiritual del templo de Fagusa antes de marcharnos. Bajo la luz de la luna, emitía un brillo extraño, como si algo se moviera en su interior, como si no fuera agua normal.
Sin querer, descubrí que si golpeaba suavemente la pared del frasco con la punta de los dedos, se oía un sonido extraño, como el eco de las notas de un arpa a la distancia. En ese momento, me pareció ver a una mujer misteriosa de pie sobre el mar, tocando tristemente una canción que nadie podía entender.
No sé si esto fue una ilusión o la realidad. Pero si realmente existe alguien así, capaz de escuchar el sufrimiento del pueblo de Estisia, entonces, por favor, concédenos un poco de esperanza cuando nos embarquemos en este viaje desconocido. Aunque solo sea un sueño hermoso.
Oqueima está a un paso. Al mirar por última vez mi tierra natal, ya no veo los paisajes de antaño. Solo veo unas luces y sombras distorsionadas que se agitan sobre el mar, parecidas a la espuma formada por las olas antes del amanecer. Se desvanecen una a una, revelando gradualmente su fría y verdadera naturaleza...