Guía de ejercicio para principiantes de la Escuela Arrastrapiedras
Parece ser una guía de ejercicios elaborada por la Escuela Arrastrapiedras del Soto de las Musas para sus nuevos miembros.

Guía de ejercicio para principiantes de la Escuela Arrastrapiedras

Valorar el conocimiento y descuidar el cuerpo es como escribir con la mejor tinta sobre el peor papel.

1. Hora del portal
Al despertar, no te levantes inmediatamente. Estira el cuerpo en la cama para estimular la circulación sanguínea. Al levantarte, lávate la cara con agua fría, reza, realiza ejercicios mentales y toma tu primera comida (hasta quedar saciado al 70%). Contrario a la creencia popular, el periodo entre despertar y comer es el mejor momento para el pensamiento abstracto, no es recomendable hacer ejercicio intenso.

2. Hora clara
Este es el momento del día en que la gente es más comunicativa y el debate es más ágil. Como erudito, debes participar activamente en actividades académicas y discusiones (evita estar sentado o de pie por mucho tiempo, alterna libremente entre ambas posiciones). Como complemento, puedes organizar deportes en equipo como bolibestias, pelota de impacto o batebol como ejercicio (y entretenimiento).

3. Hora de la realización
Durante la hora de la realización, la inspiración mental comienza a agotarse, es momento de reponer energía y dedicarse a la actividad física. Después de la segunda comida, descansa entre veinte y treinta minutos, luego puedes comenzar a trotar suavemente (¡no olvides el calentamiento!). Quienes tengan la oportunidad pueden sustituir esta actividad por la natación, que minimiza el impacto en las articulaciones (nota: no la descartes solo por esta razón, trotar es el segundo mejor ejercicio después de la natación).

No hay una distancia establecida para correr o nadar. En general, cuando sientas que necesitas descansar, toma cinco minutos de pausa y comienza una nueva ronda (nota: no descanses en exceso). La duración total del ejercicio debe limitarse a una hora. Si tienes un trabajo que reemplace este tipo de ejercicio (como entregar paquetes), participar moderadamente en él también es una buena opción.

Si durante la hora de la realización no tienes programados experimentos, entrenamientos especiales, actividades sociales o entretenimiento personal, puedes realizar ejercicios de fuerza muscular después del entrenamiento cardiovascular mencionado. Este tipo de práctica debe realizarse de dos a cuatro veces por semana, solo para mantener la potencia muscular. Además, participar en actividades grupales como las mencionadas anteriormente también es una buena opción.

4. Hora de la separación
Después del riguroso entrenamiento de la hora de la realización, ahora es el mejor momento para disfrutar de la tercera comida. ¡Nunca dejes tu última comida para la hora oculta! Comer muy tarde sobrecargará tu cuerpo y hará que todo el ejercicio sea menos efectivo.

Después de la tercera comida, si el ejercicio durante la hora de la realización fue intenso, puedes programar tu entretenimiento personal para este periodo, o usa este tiempo para complementar los ejercicios necesarios (como los cardiovasculares).

La clave del ejercicio es la constancia: nadie puede organizar su horario perfectamente sin interferencias, y todos sentimos pereza. Lo importante es coexistir positivamente con estos factores inevitables. Por lo tanto, no te desanimes si no pudiste ejercitarte a tiempo durante cierto periodo, ni dejes todas las actividades para el final del día. Por experiencia, ejercitarse en compañía es la forma más fácil de desarrollar buenos hábitos, además de facilitar la participación en actividades grupales más entretenidas que las individuales.

En resumen... ¡recuerda hacer amigos mientras te ejercitas!

5. Hora oculta
Es hora de dormir, no deberías hacer nada más que dormir. Recuerda: trasnochar reducirá drásticamente todos los beneficios de tu ejercicio y añadirá riesgos y cargas innecesarias al día siguiente.

Si no puedes evitar trasnochar, mejor quedarte en cama que forzarte a madrugar.