Para el Conflicto: Alabado sea Nikador
Los habitantes de Castrum Kremnos cantan alabanzas a Nikador que resuenan en los templos del Conflicto y los campos de batalla.

Para el Conflicto: Alabado sea Nikador

Antes de una campaña, los ciudadanos de Kremnos organizarán un ritual de sangre para despertar el poder de Nikador con la masacre y cantarán himnos mientras los tributos del sacrificio se lamentan.

El imbatible, el soberano de todas las batallas, el rey de Castrum Kremnos y de las ruinas.
El gran herrero del carro de guerra, el trono sobre la montaña de cadáveres, el padre de la victoria.
El usurpador de glorias, el rayo que parte los mares, el guardián de Amphoreus.
El Titán del Conflicto, la Lanza de la Furia, Nikador.

El general al que el mundo debe obedecer, la espada siempre afilada, la ley del conflicto y del final del conflicto.
Alabado sea Nikador, el mayor de los conquistadores, el mejor de los guardianes.
Eres el usurpador de todos los derrotados, quien porta por su cuenta las heridas del mundo en su espalda.

Fuiste la lanza de rayos del firmamento, la columna vertebral que divide al mundo.
Tallador del río Estigia, supervivientes de las aguas muertas.
Las implacables llamas de la guerra, pira funeraria de las grandes sepulturas.
La lanza que atraviesa el cielo, la ruina de la noche y la luz.

Ruina a los vencidos, gloria a los ejecutados, los postrados nos dan fuerza.
Las tribulaciones ocasionan disputas...
¡Las Espadas Protectoras que se mantienen firmes entre el cielo y la tierra repelen las hordas enemigas y protegen la paz de las innumerables polis!
¡La Calamidad Eterna provoca devastación en las innumerables polis y convierte a los enemigos en cenizas!