Serie de pistas fragmentadas que se descubrieron al investigar las anomalías del hotel del paisaje onírico junto a Singler. Todas ellas pertenecen a Hamilton, un empleado del hotel.
Parte I
Por fin llegó el momento.
Antes de entrar en el sueño hoy, el líder del turno me encontró y tuvo una larga y seria charla conmigo. Hablaba demasiado rápido y no podía entender la mayor parte de lo que decía, pero aun así entendí lo que intentaba decirme: temía que mis días estuvieran contados cuando entrara en el sueño esta vez. Si no puedo completar la misión con éxito, La Familia seguramente me desterrará de sus filas. Incluso dijo que me apreciaba, que había pocos jóvenes como yo que supieran de discreción, del trabajo y de laboriosidad, y esperaba que pasara la prueba sin problemas.
Intercambié algunas palabras superficiales con él y luego regresé a mi habitación para prepararme para entrar en el sueño. Mentiría si dijera que no tengo el más mínimo rastro de ansiedad, pero ¿qué más podía hacer además de aceptar en silencio la situación actual? Cerré los ojos y me obligué a tomar una siesta. Una sin sueños... Para poder hacer eso, tendría que estar en condiciones óptimas, física y mentalmente, pase lo que pase.