Oda a la Armonía
Un antiguo himno que compuso La Familia. Venera a Xipe, el Eón de la Armonía, y resuena en todo el universo.

I

El mundo está en armonía y las estrellas brillan.
¡Alabada sea la Grandiosa! Todo está conectado, todo proviene de una sola raíz, y los vientos de bendición cubren la tierra.

¡Oh, madre de miríadas de hogares, reinos y dominios!
Tu brazo poderoso disuelve la enemistad y guía a los perdidos hacia una penitencia de inescrutables vaticinios.
En tu reino, los virtuosos encuentran consuelo, se les concede la paz y se les libera de toda pena y desvelo.

Alabada sea la bendición divina, mediante las cuerdas carismónicas que honran a la Grandiosa.
¡En el abrazo de la Armonía, todas las plagas se dispersan, las alabanzas eternas por toda la tierra conversan!
¡Tus miríadas de formas conceden la salvación, la gracia desciende como nueva bendición!

El cielo y la tierra se alegran juntos. ¡El universo resplandece en tu radiante presencia!
¡Todos los seres unidos en dichosa armonía, bañados en la dulce lluvia de tu divina esencia!

¡Oh, Señora de los corazones, las mentes y las almas!
Tu sagrado decreto resuena, la discordia desterrada, los opulentos llamados a la benevolencia.
Las tierras áridas transformadas en paraísos sin fin, una extensión de tu gracia y existencia.

Alabada sea la bendición divina, mediante las cuerdas carismónicas que honran a la Grandiosa.
¡En la gracia de la Armonía, los corazones y las mentes se entrelazan, ¡todas las voces cantan y se abrazan!
¡En medio de la oscuridad, tu resplandor eclipsa miríadas de estrellas por la eternidad!