Se desbloquea en el nivel 20 de personaje.
Una chica perdida.
No recordaba cuándo se había perdido. Simplemente caminó y caminó sin parar en la noche oscura, persiguiendo el sol y la luna, una y otra vez, hasta que se cayó.
Recordó cómo se veía cuando inició la universidad. Recordó su especialización elegida, la dinámica de navegación interestelar. Y ahora estaba tendida boca abajo en el barro...
Miró las estrellas y, en ese momento, vio meteoros cayendo: uno, dos, tres... Y, luego, otros más pequeños que parpadeaban y destellaban muy levemente antes de que un magnífico resplandor resquebrajara el cielo nocturno.
Sus extremidades la arrastraron hacia adelante, hasta donde la tierra se encontraba con el océano. En la costa, las aguas se agitaban contra ella como la marea contra un tren varado, solo y perdido.
Entró y vio que el paisaje exterior empezaba a cambiar. El tren le mostró miles de mundos magníficos muy lejos, más allá de su mundo natal, pero lo suficientemente cerca como para poder llegar en tren.
Intentó reparar el tren y logró ponerlo en marcha brevemente, pero solo fue suficiente para deslizarse por el horizonte. Vio el camino hacia su casa de un vistazo y, desde esa altura, estaba tan cerca que hasta el océano de su mundo natal se había vuelto insignificante.
El tren le preguntó si le gustaría continuar. Ella quería saber qué tipo de viaje sería.
«Un viaje al comienzo».
"Vamos". Sin pensarlo, la muchacha respondió: "Así como me trajiste a casa, yo también te llevaré de vuelta".