Huohuo

Una muchacha raposiana lastimosa e indefensa que también es aprendiz de juez en la Comisión de los Diez Líderes y que debe atrapar fantasmas a pesar de tenerles miedo.
Un juez de la Comisión de los Diez Líderes selló en su cola un heliobus, el cual responde al nombre de Cola. Ahora carga con el título de "maldita" porque atrae el mal.
Teme a los demonios y espíritus malignos, pero siempre se le encomienda la ardua tarea de capturarlos y erradicarlos.
Aunque reconoce su falta de habilidades, no logra reunir el valor necesario para renunciar y sigue adelante a pesar de su miedo.

Cuando Huohuo despierta en la Comisión de los Diez Líderes, no se sorprende por estar ahí, sino por la atmósfera escalofriante.

Al ver su inquietud, una jueza de cabello blanco le habla con dulzura.

"Dime, pequeña, ¿cómo atravesaste el fuego?".
"... Estaba al borde de la carretera, a punto de extinguirse, entonces yo... quise ayudarlo".
"¿Y pusiste ese fuego en tu cola? ¿Por qué lo hiciste?".
"No... No lo sé... pasó antes de que me diera cuenta... Lo siento mucho".
"No te disculpes, chica de buen corazón. Sin embargo, estarás bajo custodia de ahora en adelante".
"Gra-gracias, señorita".
"Llámame Hanya".
"Ah, gracias, Hanya. Me... me llamo Huohuo".

Los pensamientos de la jueza Hanya volvieron a unos días atrás.

La Comisión de los Diez Líderes había recibido una llamada de auxilio, y ella asumió la tarea de encontrar a la chica raposiana que estaba a punto de ser consumida por el heliobus. En ese momento, Hanya no pudo repeler al heliobus con fuerza sin poner en peligro a Huohuo, quien aún era una niña. Entonces, tuvo que sellar al heliobus en su cola. Por suerte, el heliobus había decidido empezar por su cola, lo que le permitió a Hanya salvarle la vida.

"¿Tome la decisión correcta?", Hanya murmura para sí.

Aunque el heliobus tenga mal temperamento y sea arrogante, es posible comunicarse con él. No puede tolerar que Huohuo no deje de llorar y lamentarse. Y no entiende cómo los raposianos interactúan entre ellos o por qué sus compañeros discriminan a su huésped por su "cola quemada".

"¡Oye, tú! ¡Rompe el talismán!".
"¡No! Hanya dijo que no debo romperlo bajo ninguna circunstancia...".
"¿Los escuchaste? ¡¿Cómo se atreven a burlarse de mí?! ¡Nunca me habían humillado así!".
"No... no te están humillando a ti... sino a mí...".
"Entonces, dales una lección. Si no eres capaz de decirles quién manda, ni vuelvas a intentar hablar conmigo".
"Pe-pero... tengo miedo...".
"Está bien. ¿Sabes qué? Solo respira profundo y deja que controle tu cuerpo, y yo solucionaré todos tus problemas".
"Pe-pero... Hanya dijo... que no debo romper el sello...".
"No te preocupes. Solo escúchame".

... Para cuando recuperó la consciencia, ya había empezado a circular la leyenda de "una raposiana poseída por un demonio".

Desde entonces, Huohuo ha aprendido mucho sobre el pasado del heliobus. Hace muchísimo tiempo, un general del Luofu derrotó a un intimidante heliobus llamado Ignamar y lo despedazó en varios fragmentos. Algunos de ellos fueron sellados en el Horno de la Creación. Este fragmento en particular que escapó representa el lado arrogante de Ignamar y no se dignaba a poseer a nadie, por lo que vivió como un vagabundo durante siglos... Hasta que conoció a Huohuo cerca de su final.

"Entonces, te llamaré Cola para evitar llamar la atención".
El heliobus no dijo nada en señal de estar de acuerdo.

Cuando la Comisión de los Diez Líderes acogió a Huohuo, los jueces querían asegurarse de que Cola no fuera a causar problemas.

Poco a poco, a medida que se familiarizaba con sus deberes como escoltaalmas, empezó a conocer a los diferentes espíritus malignos registrados por la Comisión.

"¡Xueyi! ¿Q-qué tal resultaron los talismanes que preparé la vez pasada?".
"Estuvieron estupendos. Muy eficaces contra los espíritus astrales".
"Ja, ja, ja... Me alegra saberlo. Me preocupaba si habían funcionado".
"¿Por qué no los probaste?".
"N-n-no... Me da mucho miedo...".
"¿Sabes qué, Huohuo? Muchos de esos espíritus malignos son criaturas extraterrestres o seres sensibles y maliciosos que existen en diversas formas".
"Sé lo que son, pero aun así tengo miedo. Quizá no sea la adecuada para este trabajo...".
"Bueno... Solo tú sabes la respuesta a eso".

Huohuo no está cómoda con su timidez. Tenía problemas para armarse de valor y afrontar a los espíritus malignos.

Por las noches veía comedias de terror hasta tarde para reforzar su coraje, pero lo único que conseguía era que le salieran ojeras. Invirtió en las herramientas científicas de exorcismo más modernas para mejorar sus habilidades, pero solo se quedó sin dinero. Cola se reía de lo inútiles que eran sus esfuerzos y buscaba formas de hacer comentarios sarcásticos y burlarse de ella.

"Sinceramente, Cola es el que da más miedo...".
Sin embargo, a ojos de Xueyi, Huohuo dejó de temerle hace mucho.

Al principio, Cola no se diferenciaba de los otros heliobus porque trataba de devorar a Huohuo, poseer su nombre e identidad, y robarle todos sus deseos y emociones.

Con el tiempo, Cola disfrutaba viendo la frustración de Huohuo al fallar. "Como sea, no tengo prisa en devorarla. De todas formas, no puede escapar de mí".

"¡Cola, Cola! ¡A-ayúdame...!".
"No es de mi incumbencia. ¿Qué dijiste la vez pasada? Ah, sí: tienes que hacer las cosas por ti misma. Ahora es el momento perfecto, ¿no crees?".
"¡No! ¡Haré las cosas por mí misma después! ¡Por favor, ayúdame!".
"Te recuerdo que cuando mueras seré libre. Pero... bueno, siempre termino lo que empiezo. No me iré hasta que te devore".
"Eres una jueza de la Comisión de los Diez Líderes, pero has descuidado tu deber y permitiste que esos monstruos sembraran el caos en Xianzhou. Qué desgracia... ¡Oye! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Solo yo puedo regañarla!".
"Grrrrrr".
"Quieres pelear, ¿eh? Bien, tú lo has querido".

Desde que Cola la poseyó, Huohuo es la más buscada por los espíritus malignos, similar a como la luz atrae a las polillas.

Huohuo siempre culpa a Cola por su nefasto título de "la maldita", y Cola dice que a veces es frustrante tener un huésped como Huohuo. Sin embargo, ya han pasado algunos años, y Cola no le ha hecho ni un rasguño. Aunque Cola siempre la ayuda cuando se cansa de verla frustrada, niega que haya cualquier atisbo de amistad.

"Según los Diez Líderes, Huohuo la escoltaalmas ha tenido un desempeño extraordinario en su cargo y ha demostrado ser confiable para tareas esenciales. Por medio del presente, se la asciende al puesto de jueza".
La Comisión de los Diez Líderes decretó su ascenso, y empezó su nuevo cargo como jueza en práctica.