Jing Yuan

La Premonición Divina, uno de los siete generales celestiales del Señor Arquero. Aunque tenga pinta de perezoso, es más meticuloso de lo que parece. No considera que salvar una situación al borde del desastre sea una muestra de sabiduría, por lo que es muy escrupuloso con los asuntos rutinarios para evitar cualquier problema potencial. Gracias a su cuidadosa gestión, Xianzhou ha disfrutado de muchos años de paz, y la apariencia aparentemente perezosa de Jing Yuan le ha hecho ganarse el apodo de "General Somnoliento".

"Gran Adivina, ¿por qué usamos un tablero cuadrado, pero piezas redondas para el ajedrez estelar?".
"¿Es por el cielo redondo? Las antiguas civilizaciones creían que la tierra era plana. El juego se inspira en los viejos tiempos y la conquista imperial, así que es cuadrado. Y las piezas... La gente creía que el cielo era una cúpula redonda, y las piezas giraban como las estrellas. Los de abajo también eran redondos".
"No, no".
"Ya predije tus próximos cuarenta y ocho movimientos. Jing Yuan, si quieres distraerme con preguntas, te sugiero que abandones mientras llevas la delantera".
"Ah, ¿cómo puedes sospechar que tengo esa intención?".
"No interrumpas. Continúa hablando".
"Es cierto que el ajedrez es una metáfora y describe la condición humana. Las reglas de la guerra están claramente establecidas, con las acciones de cada bando: avanzar, retirarse, saltar... Avanzar o retroceder, por aquí o por allá. Por eso el tablero es cuadrado. Y las piezas, los sabios decían que "el tiempo es como un círculo plano", y cada pieza tiene su propia intención. Por eso, son circulares".
"Los orígenes del ajedrez aparecen en «Piezas en el tablero». Leo muchos libros, Jing Yuan, ¿por qué me mientes?".
"El caballero se mueve a C3, tomando tu general. Has perdido, adivina Fu".
"¡Espera! ¿Por qué esto no estaba en mis predicciones? Retrocede, déjame verlo de nuevo".
"Las piezas son como las personas, cada una tiene su propia intención. Tú y yo no nos arrepentimos cuando movemos una ficha, ¿por qué empezar de nuevo? Ja, ja, a veces no es divertido ser el jefe, ¿verdad?".

Los Nimbocaballeros aparecieron al final de la Guerra de la Catástrofe Ardiente y se establecieron en las seis grandes naves. Juraron defender Xianzhou y seguir las órdenes de la Cacería del Señor Arquero, una tradición que sigue viva en la actualidad. A pesar de la longevidad de las razas de larga vida, pocos generales logran superar un siglo en el puesto, debido a la naturaleza sangrienta de la guerra. No se trata tanto del destino como de la tradición. Como defensores armados de Xianzhou contra las abominaciones, los generales no solo deben liderar la planificación, sino que también deben ser los primeros en la batalla. Tras innumerables nombres que se borraron de forma demasiado rápida y cruel, Jing Yuan, la Premonición Divina, líder de los Nimbocaballeros del Luofu, se destacó del resto por mantener su puesto durante varios siglos. Gracias a su sagaz estrategia, los Nimbocaballeros del Luofu se han ganado su reputación en toda la Alianza con muchos logros espectaculares. Aunque algunos se quejan de que teme tanto el combate que rara vez recurre a las armas, es cierto que su agudo intelecto es tan eficaz como la punta de una lanza para resolver problemas complicados.

Uno de los chismes que circulan por ahí afirma que la familia de Jing Yuan ha servido a la Comisión de Administración del Territorio por generaciones.

Según la costumbre raposiana de "elegir" su futuro, los padres colocan diversos objetos y juguetes alrededor del niño y le hacen elegir su futura carrera. Sus padres esperaban que heredara el manto de un erudito o de un funcionario de la Comisión de Administración del Territorio, pero Jing Yuan se aferró a la espada de juguete.

Parece que la "elección" confirmó su futuro. Tras graduarse en la academia, Jing Yuan se unió a los Nimbocaballeros, en contra de los deseos de su familia, para escapar de una vida aburrida.

Su primera expedición quedó en el registro oficial de batallas de los Nimbocaballeros. La nave astriger que transportaba las tropas tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en un planeta oceánico, infestado de abominaciones. Una raza de larga vida emergente, las titirimedusas, se adueñó de las mentes de los Nimbocaballeros, se infiltró en la nave y casi la convirtió en una colonia alienígena. Jing Yuan se dio cuenta del problema rápidamente, averiguó cómo controlaban las mentes las titirimedusas y evitó que continuaran haciéndolo. El resto de la tripulación al fin reconoció a los verdaderos enemigos, los derrotó y volvió a casa a salvo.

Esta batalla, ganada con facilidad, mostró el temple de Jing Yuan a los generales de los Nimbocaballeros. Tras regresar a Xianzhou, Jing Yuan siguió demostrando su talento excepcional y le dieron un puesto importante.

Sus enfoques rápidos y prácticos dieron muchas sorpresas inolvidables a sus superiores... y también algún quebradero de cabeza. Al final, la anterior maestra de espadas del Luofu invitó a Jing Yuan a unirse a su equipo, y así se formó la leyenda del Quinteto Nube Alta.

La del Quinteto Nube Alta es, probablemente, la leyenda más famosa de la historia de Xianzhou y narra cómo cinco héroes de los Nimbocaballeros se unieron para luchar juntos. Sus hazañas eran casi interminables: expulsaron a los borisin de Thalassa, destruyeron la alianza entre los houyhnhnms y los tejealas durante la Coalición de la Abundancia, e incluso rescataron al Yuque de Xianzhou y derrotaron al planeta viviente Quimera Ketu, preservando así los ojos de la alianza al mirar hacia las estrellas...

Pero sus logros no fueron rival de la crueldad del tiempo. El Quinteto Nube Alta se desmoronó tras menos de un centenar de años. A medida que las guerras disminuían, las principales naves se separaron, y el Luofu comenzó a patrullar las rutas comerciales galácticas en busca de suministros y apoyo para la alianza.

Las viejas amistades se dispersaron, y los enemigos terminaron muertos o capturados. Solo quedaron los recuerdos. Los generales caídos no tienen que soportar semejante tormento, son los sobrevivientes quienes pasan por todo ello, sin importar la grandeza de su visión. No importa cuántos enemigos divinos hayas derrotado, el tiempo siempre se llevará a tu tripulación, dejándote a ti para que sobrevivas en un rincón, odiando tu propia impotencia.

Y solo los verdaderos sabios pueden mantenerse orgullosos frente al enemigo invicto llamado tiempo.