Fainón

Elisios, una aldea fronteriza aislada del mundo, ya solo vive en crípticas leyendas.
████, el héroe sin nombre, el Heredero de Crisos que porta la Yesca que Sostiene el Mundo, recuerda todos los ideales, carga con el destino de millones de personas y trae el primer amanecer del nuevo mundo.
"Pero si el amanecer nunca ha existido, ¡que las llamas de la ira consuman este cuerpo y lo transformen en el sol ardiente del mañana!".

Elisios, el lugar de nacimiento del niño.
En la aldea se empezaba a trabajar al alba y se descansaba al ponerse el sol. Igual que su propia vida, era un lugar sencillo y discreto.

En una escuelita en la que apenas cabían unos pocos estudiantes, el niño estaba escuchando una clase de historia soporífera mientras sus pensamientos flotaban muy lejos junto a las virutas de madera que habían salido volando desde su mano.

Golpecito a golpecito, la figura de un guerrero empezaba a vislumbrarse en el trozo de madera que estaba escondido en el cajón de su pupitre.
"Una fuerza así tiene que tener una espada grande y pesada".
Empezó a pulir los bordes del trozo de madera bañado por el sol.
"La armadura, cubierta de cicatrices de honor, la capa como unas alas que vuelan en el viento".
"Y también...".

"¡Fainón! Si quieres convertirte en el guerrero más fuerte... tienes que prestar atención a la clase".
La maestra Pitias nunca se cansaba de arrastrarlo de vuelta a la realidad.

Pero, en comparación con la escuela, al niño le gustaba más el campo de entrenamiento lleno de balas de paja.
Ese era su campo de batalla, donde los espantapájaros unas veces se convertían en enemigos que lo atacaban y otras, en bestias salvajes que cargaban hacia él.
Cuando no estaba en la escuela, a menudo pasaba el día entero allí con sus compañeros de madera tallada, hasta que el olor a comida empezaba a salir de todas las casas de la aldea.

A la fresca sombra de los árboles, el niño, agotado, se dormía plácidamente sobre la hierba.
En sus sueños fragmentados, contemplaba una polis que no había visto nunca antes y presenciaba el desarrollo de historias grandiosas.

"Ve y conviértete en un héroe...".

Esa voz interior siempre estaba ahí, como los campos de trigo de Elisios, e impulsaba al niño a emprender un largo viaje.

Cuando tenían delante a aquel joven viajero que venía de lejos, la tejedora y la adivina de aspecto infantil a veces mencionaban la historia del Viaje buscallamas y los Herederos de Crisos.
Los ojos apagados de la tejedora parecían capaces de ver a través de su confusión interna, y la inocencia de la adivina le hacía sentir como en casa.

"Entonces, ¿los Herederos de Crisos están destinados a serlo?",
preguntó el joven, armándose de valor.
La tejedora negó con la cabeza.
"No, es más bien como una peregrinación larga y dificultosa".

El joven guardó en su corazón el pasado que olía a trigo y se unió al ejército de la ciudad sagrada, donde entrenaba día y noche hasta que sus complicados movimientos con la espada se convirtieron en algo tan sencillo como respirar.
En aquel duelo a muerte que estremeció al mundo, el príncipe heredero de Kremnos y él se enfrentaron durante diez días y diez noches. Entre cada movimiento con espíritu aniquilador, se veía a sí mismo como una espada que considerara la muerte una liberación.

Por supuesto, la mayor parte del tiempo se comportaba de forma desenfadada y relajada.
"Solo quiero que la gente se sienta cómoda conmigo".
Aunque sus amigos solían reírse de eso, sabían que era precisamente esa actitud por la que el joven de cabello blanco se había ganado la confianza y el respeto tanto de los ciudadanos corrientes como de los nobles.

Durante sus años como estudiante del Soto, y aunque al joven no le interesaba la lógica, ganó muchos debates gracias a su agilidad mental y a que había leído muchos libros antiguos hasta desgastarles las páginas.
Aunque no podía competir con su maestro, en su interior sabía que lo que le faltaba era el valor para ser siempre fiel a sí mismo.

Pero cuando el joven regresaba del campo de batalla y el médico había terminado de vendar sus heridas, seguía sumido en sus pensamientos.
"Fainón, ¿a menudo te despiertas en medio de la noche o no eres capaz de dormir?".

No le importaba.
Para ir por el camino que haría caer a los mismísimos dioses, tenía que tallarse a sí mismo en la forma que la gente necesitaba que tuviera.

La divinidad que blandía la lanza de rayos se sumió en la locura. En esa batalla llamada Conflicto, el hombre y sus compañeros proporcionaron al dios loco su liberación definitiva.
En el debate en el que se peleaba por la Yesca de la Razón, el hombre y su antiguo profesor estaban frente a frente y presenciaron una condena cruel.
En el campo de batalla del Cielo, el hombre cruzó el puente arcoíris y atravesó la niebla con la ardiente luz del sol, iluminando así el peligroso camino que había por delante.

"Salvador, guíanos hacia adelante".
Al oír las palabras satisfechas de la tejedora, lo que sintió en su corazón fue un dolor amargo. Pero no estaba dispuesto a mostrar sus preocupaciones delante de los demás.

El príncipe heredero, que había muerto innumerables veces, comenzó su viaje de vuelta a casa y le confió al pueblo de Kremnos.
"No te preocupes, yo cuidaré de ellos".
La adivina cuyo cuerpo se había dividido tantas veces se desgastó completamente, y él aceptó el juramento que se había pronunciado al inicio del viaje.
"Maestra Tribbie, yo veré con mis propios ojos ese mañana de luna y estrellas".
Un erudito se precipitaba hacia la muerte en su búsqueda de la verdad, y la Doncella Sagrada abrazaba un destino solitario.
"En la próxima era, la verdad se revelará, y la vida y la muerte tendrán su flujo ordenado".
La tejedora se sumió en un sueño eterno en el baño dorado, la ladrona de pies ligeros detuvo sus pasos con pesar y la doctora que había encontrado su lugar en los cielos ya no podía regresar a la tierra.
"Con mi cuerpo como leña, me convertiré en la llama que ilumine el nuevo mundo".

El hombre no podía llorar, así que utilizó el dolor punzante que sentía en su corazón para grabar esos recuerdos en su mente.
Cargando con los deseos de todo el mundo, avanzó vacilante hacia la montaña donde se alza el sol de la mañana.

Estaba convencido de que, un día, la luz del amanecer atravesaría la larga noche de Amphoreus.

"Pero ¿y si el amanecer nunca ha existido?".
Se había hecho esa misma pregunta mil veces.
Y ahora que se dirigía hacia ese final brutal y abrasador, talló las últimas letras de "Fainón".

"¡Que las llamas de la ira consuman este cuerpo y lo transformen en el sol ardiente del mañana!".

Igual que había hecho tantas veces antes, volvió a verlo a la luz del fuego.

Las primeras luces del día iluminaban los campos de trigo de Elisios.

"Creo que he tenido este mismo sueño mil veces".
El niño que estaba debajo del árbol se despertó y se frotó los ojos somnolientos.

En el sueño, el sol caía desde el cielo y la estatua de un héroe se derrumbaba, se derretía y se rompía en mil pedazos, y el mundo quedaba reducido a cenizas.
En medio del silencio sepulcral, una silueta carbonizada que le resultaba familiar caminaba en solitario hacia la oscuridad sin fin.

"Esa silueta se incendió a sí misma... pero también quemó todo lo que la rodeaba".
El niño, como en un trance, tiene los ojos clavados en la escultura de madera sin terminar. La furia penetrante y el intenso odio hacia sí mismo del sueño aún resuenan en su corazón.
"Ese mundo... debe estar llamando a un héroe".

"¿Cómo será el futuro?".
El niño, tumbado sobre el trigo dorado, vio aparecer ante sus ojos una historia épica.
"Quizás el héroe que va a llegar irá a todas partes, resolverá las injusticias, solucionará problemas difíciles y nunca dirá su nombre.
Cargará con un misterioso pasado, se enfrentará a un destino absurdo y vencerá a los enemigos más poderosos.
Cuando el mundo esté sumido en la calamidad, cumplirá su juramento con un corazón sincero, y allá donde vaya llevará la paz y la prosperidad.
Aunque perezca cien, mil o un millón de veces, nunca será derrotado...".

...

Si nada hubiera cambiado...
El tiempo en Elisios seguía pasando tranquilamente, como siempre había hecho.
La débil llamita había enraizado en su corazón al principio de su viaje.
Cuando el niño creció y se convirtió en un hombre, se paró en el muelle una vez más y otra vez emprendió su camino hacia tierras lejanas.
Saldrá corriendo hacia el futuro y olvidará esos sueños rotos y dispersos.
No será consciente de lo lejos que lo llevará este viaje hasta que se haya convertido en leña ardiente para alimentar una llama fútil.
Solo al llegar a su destino se dará cuenta del largo camino que ha recorrido.

Por última vez, recordó el momento en que el sol había salido y el embrión del ideal que había tallado. En los años venideros lo llamaría con otro nombre: Salvador.

Y su propio nombre se perdió entre los fragmentos de la memoria.

Elisios, una aldea fronteriza aislada del mundo, ya solo vive en crípticas leyendas.
Khaslana, el héroe sin nombre, el Heredero de Crisos que porta la Yesca que Sostiene el Mundo, recuerda todos los ideales, carga con el destino de millones de personas y trae el primer amanecer del nuevo mundo.
"Pero si el amanecer nunca ha existido, ¡que las llamas de la ira consuman este cuerpo y lo transformen en el sol ardiente del mañana!".

Elisios, el lugar de nacimiento del niño.
En la aldea se empezaba a trabajar al alba y se descansaba al ponerse el sol. Igual que su propia vida, era un lugar sencillo y discreto.

En una escuelita en la que apenas cabían unos pocos estudiantes, el niño estaba escuchando una clase de historia soporífera mientras sus pensamientos flotaban muy lejos junto a las virutas de madera que habían salido volando desde su mano.

Golpecito a golpecito, la figura de un guerrero empezaba a vislumbrarse en el trozo de madera que estaba escondido en el cajón de su pupitre.
"Una fuerza así tiene que tener una espada grande y pesada".
Empezó a pulir los bordes del trozo de madera bañado por el sol.
"La armadura, cubierta de cicatrices de honor, la capa como unas alas que vuelan en el viento".
"Y también...".

"¡Fainón! Si quieres convertirte en el guerrero más fuerte... tienes que prestar atención a la clase".
La maestra Pitias nunca se cansaba de arrastrarlo de vuelta a la realidad.

Pero, en comparación con la escuela, al niño le gustaba más el campo de entrenamiento lleno de balas de paja.
Ese era su campo de batalla, donde los espantapájaros unas veces se convertían en enemigos que lo atacaban y otras, en bestias salvajes que cargaban hacia él.
Cuando no estaba en la escuela, a menudo pasaba el día entero allí con sus compañeros de madera tallada, hasta que el olor a comida empezaba a salir de todas las casas de la aldea.

A la fresca sombra de los árboles, el niño, agotado, se dormía plácidamente sobre la hierba.
En sus sueños fragmentados, contemplaba una polis que no había visto nunca antes y presenciaba el desarrollo de historias grandiosas.

"Ve y conviértete en un héroe...".

Esa voz interior siempre estaba ahí, como los campos de trigo de Elisios, e impulsaba al niño a emprender un largo viaje.
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>>>Cálculo n.º 1
...
>>>Asignar definición "Neikos496" al objetivo
>>>Cargar escena Elisios
>>>Ejecutar simulación
>>>El objetivo "Neikos496" se mueve entre las coordenadas A-F
>>>El objetivo "Neikos496" crea la nueva variable "Héroe del corazón"
>>>La variable "marea oscura" comienza a moverse y ejecuta sobrescritura de "Elisios"

Cuando tenían delante a aquel joven viajero que venía de lejos, la tejedora y la adivina de aspecto infantil a veces mencionaban la historia del Viaje buscallamas y los Herederos de Crisos.
Los ojos apagados de la tejedora parecían capaces de ver a través de su confusión interna, y la inocencia de la adivina le hacía sentir como en casa.

"Entonces, ¿los Herederos de Crisos están destinados a serlo?",
preguntó el joven, armándose de valor.
La tejedora negó con la cabeza.
"No, es más bien como una peregrinación larga y dificultosa".

El joven guardó en su corazón el pasado que olía a trigo y se unió al ejército de la ciudad sagrada, donde entrenaba día y noche hasta que sus complicados movimientos con la espada se convirtieron en algo tan sencillo como respirar.
En aquel duelo a muerte que estremeció al mundo, el príncipe heredero de Kremnos y él se enfrentaron durante diez días y diez noches. Entre cada movimiento con espíritu aniquilador, se veía a sí mismo como una espada que considerara la muerte una liberación.

Por supuesto, la mayor parte del tiempo se comportaba de forma desenfadada y relajada.
"Solo quiero que la gente se sienta cómoda conmigo".
Aunque sus amigos solían reírse de eso, sabían que era precisamente esa actitud por la que el joven de cabello blanco se había ganado la confianza y el respeto tanto de los ciudadanos corrientes como de los nobles.

Durante sus años como estudiante del Soto, y aunque al joven no le interesaba la lógica, ganó muchos debates gracias a su agilidad mental y a que había leído muchos libros antiguos hasta desgastarles las páginas.
Aunque no podía competir con su maestro, en su interior sabía que lo que le faltaba era el valor para ser siempre fiel a sí mismo.

Pero cuando el joven regresaba del campo de batalla y el médico había terminado de vendar sus heridas, seguía sumido en sus pensamientos.
"Fainón, ¿a menudo te despiertas en medio de la noche o no eres capaz de dormir?".

No le importaba.
Para ir por el camino que haría caer a los mismísimos dioses, tenía que tallarse a sí mismo en la forma que la gente necesitaba que tuviera.
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>>>Cálculo n.º 49
...
>>>Cargar escena "Oqueima"
>>>Cargar escena "Soto de las Musas"
...
>>>Cargar factores de cálculo
"HapLotes405"
"SkeMma720"
"EpieiKeia216"
"PoleMos600"
"EleOs252"
...
>>>Iniciar cálculo
...
>>>Progreso de autoiteración del objetivo "Neikos496": 0.43%

La divinidad que blandía la lanza de rayos se sumió en la locura. En esa batalla llamada Conflicto, el hombre y sus compañeros proporcionaron al dios loco su liberación definitiva.
En el debate en el que se peleaba por la Yesca de la Razón, el hombre y su antiguo profesor estaban frente a frente y presenciaron una condena cruel.
En el campo de batalla del Cielo, el hombre cruzó el puente arcoíris y atravesó la niebla con la ardiente luz del sol, iluminando así el peligroso camino que había por delante.

"Salvador, guíanos hacia adelante".
Al oír las palabras satisfechas de la tejedora, lo que sintió en su corazón fue un dolor amargo. Pero no estaba dispuesto a mostrar sus preocupaciones delante de los demás.

El príncipe heredero, que había muerto innumerables veces, comenzó su viaje de vuelta a casa y le confió al pueblo de Kremnos.
"No te preocupes, yo cuidaré de ellos".
La adivina cuyo cuerpo se había dividido tantas veces se desgastó completamente, y él aceptó el juramento que se había pronunciado al inicio del viaje.
"Maestra Tribbie, yo veré con mis propios ojos ese mañana de luna y estrellas".
Un erudito se precipitaba hacia la muerte en su búsqueda de la verdad, y la Doncella Sagrada abrazaba un destino solitario.
"En la próxima era, la verdad se revelará, y la vida y la muerte tendrán su flujo ordenado".
La tejedora se sumió en un sueño eterno en el baño dorado, la ladrona de pies ligeros detuvo sus pasos con pesar y la doctora que había encontrado su lugar en los cielos ya no podía regresar a la tierra.
"Con mi cuerpo como leña, me convertiré en la llama que ilumine el nuevo mundo".

El hombre no podía llorar, así que utilizó el dolor punzante que sentía en su corazón para grabar esos recuerdos en su mente.
Cargando con los deseos de todo el mundo, avanzó vacilante hacia la montaña donde se alza el sol de la mañana.

Estaba convencido de que, un día, la luz del amanecer atravesaría la larga noche de Amphoreus.

"Pero ¿y si el amanecer nunca ha existido?".
Se había hecho esa misma pregunta mil veces.
Y ahora que se dirigía hacia ese final brutal y abrasador, talló las últimas letras de "Fainón".

"¡Que las llamas de la ira consuman este cuerpo y lo transformen en el sol ardiente del mañana!".
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>>>Registro de llamada
Cálculo n.º 597
...
Solicitud: "Convertirse en quien está destinado a cargar con los deseos de muchas personas y a responder a la llamada del mundo".
Respuesta: "Una persona sola en el mundo".
Progreso: 0.096%
...

Cálculo n.º 8128
...
Solicitud: "¡Aunque lo único que tengas sea el hierro más basto, úsalo para defender nuestro hogar!".
Respuesta: "Una cicatriz insignificante".
Progreso: 1.34%
...

Cálculo n.º 16 256
...
Solicitud: "Todos los Herederos de Crisos están en posición. Comenzar el Viaje buscallamas".
Respuesta: "Un ciclo eterno".
Progreso: 2.89 %
...

Cálculo n.º 496000
...
Solicitud: "Comenzar la Era Nova y recibir el nuevo amanecer de Amphoreus".
Respuesta: "Un ███████████████ fútil".
Progreso: 32.47%
...

Cálculo n.º 33550337
...
Solicitud: "██████████ recuerda ██████████ carga ███████████████ nuevo mundo".
Respuesta: "███████████████ arda ████████████████████ por completo".
Progreso: 99.81%
...
>>>Alerta: No se puede actualizar el progreso

Igual que había hecho tantas veces antes, volvió a verlo a la luz del fuego.

Las primeras luces del día iluminaban los campos de trigo de Elisios.

"Creo que he tenido este mismo sueño mil veces".
El niño que estaba debajo del árbol se despertó y se frotó los ojos somnolientos.

En el sueño, el sol caía desde el cielo y la estatua de un héroe se derrumbaba, se derretía y se rompía en mil pedazos, y el mundo quedaba reducido a cenizas.
En medio del silencio sepulcral, una silueta carbonizada que le resultaba familiar caminaba en solitario hacia la oscuridad sin fin.

"Esa silueta se incendió a sí misma... pero también quemó todo lo que la rodeaba".
El niño, como en un trance, tiene los ojos clavados en la escultura de madera sin terminar. La furia penetrante y el intenso odio hacia sí mismo del sueño aún resuenan en su corazón.
"Ese mundo... debe estar llamando a un héroe".

"¿Cómo será el futuro?".
El niño, tumbado sobre el trigo dorado, vio aparecer ante sus ojos una historia épica.
"Quizás el héroe que va a llegar irá a todas partes, resolverá las injusticias, solucionará problemas difíciles y nunca dirá su nombre.
Cargará con un misterioso pasado, se enfrentará a un destino absurdo y vencerá a los enemigos más poderosos.
Cuando el mundo esté sumido en la calamidad, cumplirá su juramento con un corazón sincero, y allá donde vaya llevará la paz y la prosperidad.
Aunque perezca cien, mil o un millón de veces, nunca será derrotado...".

...

Si nada hubiera cambiado...
El tiempo en Elisios seguía pasando tranquilamente, como siempre había hecho.
La débil llamita había enraizado en su corazón al principio de su viaje.
Cuando el niño creció y se convirtió en un hombre, se paró en el muelle una vez más y otra vez emprendió su camino hacia tierras lejanas.
Saldrá corriendo hacia el futuro y olvidará esos sueños rotos y dispersos.
No será consciente de lo lejos que lo llevará este viaje hasta que se haya convertido en leña ardiente para alimentar una llama fútil.
Solo al llegar a su destino se dará cuenta del largo camino que ha recorrido.

Por última vez, recordó el momento en que el sol había salido y el embrión del ideal que había tallado. En los años venideros lo llamaría con otro nombre: Salvador.

Y su propio nombre se perdió entre los fragmentos de la memoria.
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>>>¡ALERTA!
>>>¡ALERTA!
>>>¡ALERTA!
Error 7: Llamada de objeto no definido Trazacaminos
...
Error 12: Conversión de tipo sin procesar
...
Error 99: Condición inválida detectada
...
>>>Cálculo n.º 33550337 detenido
>>>Progreso de Ferrotumba: 99.81%