Cuando se puso en marcha, no sabía nada sobre este largo viaje.
Lo único que sabía es que al fin podría despedirse de las mil lenguas que había en casa y escapar de los continuos ataques.
Al mirar por la ventana, finalmente comprendió el significado de ese poema.
"Después de cierto punto ya no andamos, sino que volamos".
La luz brillante que relucía en sus ojos era el reflejo de los planetas.