Agitó la mano desde el escenario, con el deseo de que todo el mundo la siguiera y se oyeran sus voces.
Podían cantar, gritar, llorar, todo valía.
Que tu voz resuene hasta que alguien la oiga, así otros se unirán.
"Que no se enfríen los corazones y se vuelvan tan gélidos como esta ciudad".
Que el mundo clame.