El destino siempre arrastra a las masas hacia adelante sin motivo, y ella se esconde en la oscuridad, esperando a inscribir el momento crucial.
Organizar, combinar, barajar, sacar las cartas... Simula la mano del destino en la forma en la que manipula todas las variables para las masas, buscando la trayectoria de la verdad bajo una apariencia de desorden.
Al fin, cuando todos los personajes están en su lugar, roza la superficie solidificada de las cartas y desentraña la verdad profunda e insondable.
"Falta una carta... Así que añadiré una".