En la tenue luz matutina, una forma cambiante baila grácilmente entre las silenciosas flores, asustando a los pájaros.
Murmura técnicas de espada mientras se mueve al compás, y sus otrora torpes movimientos cada vez son más fluidos. Una lluvia de pétalos cae y se arremolina en el aire con cada tajo de espada. Y, sin darse cuenta, la fría bruma empapa su cabello.
"¡Una técnica excelente!".
Sorprendida, se gira por instinto espada en mano.
A sus espaldas, una/un joven de cabello gris baja la cámara que lleva entre las manos.
"Los bellos recuerdos no se desvanecerán con el viento".