El joven sigue agarrando con fuerza la espada, incluso cuando se duerme apoyado en el hombro del general.
Este roza la mejilla del joven, quien murmura algo en sueños.
"General... por fin... gané...".
El general se queda quieto y de repente se da cuenta de que, comparado con el joven, que cada día se esfuerza por mejorar, por él ya han pasado muchos años y se ha acostumbrado a no cambiar.
"Muy pronto ganarás a todo el mundo, y eso solo será el comienzo...".