"Esclavos patéticos, ridículos...".
El ejército de los Moradores de la Abundancia se abalanza sobre la frontera, la lupitoxina se acerca a los Caballeros del Verdor como una inundación, tratando de despertar el miedo oculto en lo profundo de los corazones de los soldados, evocando visiones de terror, golpeando las voluntades de los guerreros, obligándolos a soltar sus armas y dejarse llevar por la duda.
Pero el frente se mantiene firme como el Muro de Bronce, imperturbable ante las despectivas palabras de los borisin. De entre los soldados, una figura se asoma.
Mueve su cuerpo lentamente, las banderas tras ella ondean bajo el invisible impulso asesino.
"La general... Es la general...".
"General Feixiao".
"¡La Garra Celestial!".
Los murmullos se unen y se convierten en un grito de batalla.
"¡Siempre volando alto! ¡Siempre victoriosa!".
Ella permanece ahí, sola. Una figura solitaria con el poder de todo un ejército.