Las olas se agitan y su rugido resuena en el horizonte.
Los peces nadan en ese mar vacío, la antigua espuma se arremolina, y parece que aún se oye el eco de aquella melodía.

"¡Noble princesa, únete a nuestro festín!".
Para responder a este llamado de las profundidades, ella bailó con la marea oscura hasta quedarse sola en el grandioso escenario.

"Maestra de la espada del océano, ¿por qué guardas silencio, por qué cantas?".
A cada paso sobre la tierra, soportaba el dolor y cantaba en raras ocasiones. Solo su hoja carmesí entonaba el lamento de la vida.

"Dux Gladiorum, ¡ven conmigo a conquistar el mar de estrellas!".
Cuando encontró esa luz ardiente, tomó al fin el arco de su violín, creyendo que ese sería el comienzo de la celebración.

...

"Hysirenia... Hysirenia... Cuando termine tu canción, ¿hacia dónde nadarás?".

Cuando las esperanzas vanas se hacen añicos, ella siempre responde a las preguntas de la gente con una melodía solitaria, y acaba hechizando a todos los que la escuchan.

O quizás... ya sea en el mundo humano o en las profundidades del mar, la única que verdaderamente escucha es la intérprete.

Por qué canta el océano

NihilidadNihilidad
Lv.1/20
PV
43
ATQ
28
DEF
21
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0
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Add to Planner
Solo
El acierto de efecto del portador aumenta en un 40%. Cuando el portador aplica un estado negativo a un enemigo, tiene una probabilidad base del 80% de afectarlo con Hechizo durante 3 turnos. Los efectos del mismo tipo no se pueden acumular. En el estado de Hechizo, el Daño con el tiempo recibido aumenta en un 5% por cada estado negativo aplicado por el portador. Este efecto se puede acumular hasta 6 veces. Cuando el objetivo recibe un ataque de un aliado, la VEL del atacante aumenta en un 10% durante 3 turnos. Cuando el portador es derrotado, se eliminan todas las acumulaciones de Hechizo.
Las olas se agitan y su rugido resuena en el horizonte.
Los peces nadan en ese mar vacío, la antigua espuma se arremolina, y parece que aún se oye el eco de aquella melodía.

"¡Noble princesa, únete a nuestro festín!".
Para responder a este llamado de las profundidades, ella bailó con la marea oscura hasta quedarse sola en el grandioso escenario.

"Maestra de la espada del océano, ¿por qué guardas silencio, por qué cantas?".
A cada paso sobre la tierra, soportaba el dolor y cantaba en raras ocasiones. Solo su hoja carmesí entonaba el lamento de la vida.

"Dux Gladiorum, ¡ven conmigo a conquistar el mar de estrellas!".
Cuando encontró esa luz ardiente, tomó al fin el arco de su violín, creyendo que ese sería el comienzo de la celebración.

...

"Hysirenia... Hysirenia... Cuando termine tu canción, ¿hacia dónde nadarás?".

Cuando las esperanzas vanas se hacen añicos, ella siempre responde a las preguntas de la gente con una melodía solitaria, y acaba hechizando a todos los que la escuchan.

O quizás... ya sea en el mundo humano o en las profundidades del mar, la única que verdaderamente escucha es la intérprete.