En las tierras inmemoriales sin fronteras, un joven camina solo en su búsqueda.
Parece haber regresado a aquellos días de vagabundeo, atravesando las olas, soportando las inclemencias del tiempo, luchando contra bestias gigantes y batallando contra las mareas furiosas.
Pero en ese momento de respiro, no está solo.
A través de montañas y ríos, aún puede ver la luz que brilla adelante...
Es la luz de la esperanza de todos los seres vivos.
La tierra destrozada ya no puede ser portadora de nueva vida y se reúnen alrededor de él, buscando consuelo y refugio.
Esas son las palabras que sus compañeros dejaron en su corazón, como un trayecto interminable que los mantiene firmemente unidos.
El pasado que lo perturbaba voló con el viento, pero el camino que ha recorrido terminará convirtiéndose en la fuerza para su metamorfosis.
"Protegeré la senda trazacaminos".
El joven salta hacia delante agarrando su lanza y avanza hacia la luz.
"¡Y defenderé toda esperanza que esté a punto de desvanecerse!".