Desde los más prósperos hasta los más desolados, desde los más fugaces hasta los más duraderos... cada planeta y cada momento están llenos de innumerables eventos.
Esa historia condensada se derrite al tocarla y se convierte en lágrimas que fluyen desde los ojos del mundo.
Algunos se preguntan cuán pesadas serán, y dicen que todo ese tiempo reunido debería bastar para descolorar la eternidad.
Otros se preguntan cuán maravillosas son las historias que cuentan, de tristeza tan límpida y una alegría tan serena, sin una pizca de hipocresía.
El cosmos fluye en silencio y el Eón observa en silencio.
Contempla y espera a que esas historias se conviertan en recuerdos.