Vonwacq el vivaz

Vonwacq es un planeta pequeño y abarrotado que está cubierto casi en su totalidad por islas y selvas tropicales. Su fauna y flora exuberantes son su característica más notable.

La vitalidad de Vonwacq hizo que las selvas cercanas al ecuador crecieran muchísimo. Los árboles eran muy altos y frondosos y no dejaban pasar la luz, por lo que el suelo estaba lleno de hongos y plantas adaptadas a la oscuridad. Aquí vivían criaturas inteligentes que se alimentaban de las frutas y verduras que se encontraban por todas partes y podían recogerse en cualquier momento, ya que las plantas de todo tipo crecían de forma natural.

Pero tanto los humanos que migraron aquí como los wacqwacq nativos sentían una reverencia casi religiosa por las frutas animales que crecían en el gran árbol Thestang.

Ese árbol nunca dejaba de dar fruto. Con el tiempo, esas frutas amarillas y traslúcidas de forma ovalada se volvían grandes y pesadas y colgaban de las ramas hasta que no soportaban más su propio peso. Cuando llegaba el momento, las frutas caían al suelo con un ruido sordo, la piel se agrietaba y del interior salían todo tipo de criaturas. Toda la fauna de Vonwacq nacía de este modo, ya fueran peces, aves u osos polares. En este planeta, todas las criaturas compartían una misma madre.

El enemigo conocido como rey demonio también nacía de una fruta del árbol Thestang. Desde el momento de su nacimiento, ya sabía por instinto cómo blandir sus pinzas gigantes y declaraba la guerra a toda la biosfera de Vonwacq.

Cada sesenta años naturales, el árbol Thestang daba luz a un nuevo rey demonio y el ciclo comenzaba de nuevo. La gente de Vonwacq ya estaba acostumbrada y preparada para esos desastres periódicos. Cada vez que se aproximaba el nacimiento de un rey demonio, dejaban a un lado sus disputas y cooperaban para reunir a sus guerreros más fuertes y enviarlos a la isla Wacq. Un ciclo de sesenta años tras otro, estas cruzadas aparentemente sin sentido se seguían realizando siglo tras siglo en los estrechos paisajes de este pequeño planeta. Los reyes demonio eran la catástrofe permanente de Vonwacq y los restos de la civilización eran aniquilados periódicamente.

Por este motivo, podría decirse que el planeta Vonwacq era como un estanque de agua inerte, aunque estaba repleto de criaturas que luchaban sin cesar unas contra otras y aparentemente tenían muchas posibilidades de cambiar.